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domingo, 24 de noviembre de 2013

Trastornos del sueño



Es indudable que una de las necesidades básicas del ser humano es descansar a través del sueño de forma ideal, puesto que el cuerpo en su forma física y mental requiere reponer las energías necesarias para continuar con el ritmo normal de vida. Tomando en cuenta que nuestro consciente descansa pero los órganos vitales continúan trabajando como una maquina incansable, es a través del sueño que mucho de los procesos naturales del cuerpo mantienen ese equilibrio para mantener al corazón y a los órganos vitales en perfecto funcionamiento.
     Por lo antes mencionado es muy interesante ahondar un poco más en este misterio que nos da la vida, exponiendo casos particulares donde se reflejan algunas anomalías que se pueden presentar, que si bien algunas no son graves, si repercuten de cierta manera en la cotidianidad del individuo, se puede mencionar que con anterioridad se relacionaba la falta de sueño con la edad luego de algunos estudios (Coleman y Col., Sauri y Olmstead, 1980) se percataron de otros casos cuyos problemas se remontaban a los 10 años de edad.
     En este sentido los resultados obtenidos abrieron la posibilidad de reducir muchas dificultades que en ocasiones se presentan, la cual puede nombrarse como disfunción social y escolar es decir el mencionado trastorno tiene consecuencias que puede prolongarse e influir en muchos aspectos de la vida en sociedad, una característica especial del sueño es la variabilidad que existe entre una edad y otra, se diferencia la cantidad de horas que duerme un niño recién nacido que oscila entre 16 y 20 horas continuando su variación a los 3 meses pues se reduce a 14-15 horas aproximadamente, otro aspecto puntual es que conforme se desarrolla aumenta la vigilia en el día y sueño en la noche.

     En este marco de ideas es importante señalar la diferencia notable en las fases del mismo entre los adultos y el niño puesto que en los bebes el sueño relajado suele oscilar en un 50% mientras que en los adultos se reduce a un 20%, es decir que el ciclo normal del desarrollo humano va arrojando características puntuales relacionadas con la madurez del ser y de cierto modo el tipo de sueño, dividiéndolo entre sueño relajado y profundo cuya relación varía según lo mencionado con anterioridad esto es lo que se llamaría factor biológico.
     Por otro lado, se encuentran los aspectos externos de la calidad del sueño, los mismos tienen que ver con el desenvolvimiento de la persona en sociedad su alimento, las actividades físicas y mentales entre otras. Solo por mencionar un ejemplo muchas veces se vincula la ingestión de un vaso de leche con el descanso nocturno pues existe un aminoácido en las proteínas de origen animal que producen un efecto inductor del sueño. Cabe mencionar el efecto contrario que origina la ingesta de bebidas como el café, Coca-Cola, te,etc.
     Por lo arriba expuesto, se deduce entre esos factores externos la fatiga física dado que, requiere mayor cantidad de sueño profundo y la fatiga mental suele precisar una mayor cantidad de sueño relajado es decir, el cansancio influye en el sueño sin embargo otro punto resaltante serían las condiciones de la habitación, el ruido, la luz, la temperatura solo por mencionar algunas.

     Es bien sabido que un adecuado descanso proporciona una mejor disposición en el desarrollo de las tareas diarias pues es indispensable para pensar y actuar. Tener horas completas de sueño es sin lugar a dudas una satisfacción de las necesidades humanas, si tomamos en cuenta la pirámide de Maslow dormir se encuentra ubicada en la base de la pirámide sin embargo el exceso sueño también posee sus características  y no forman parte de un patrón normal dentro de la psicología evolutiva del individuo.
     Es por ello que la psicología como ciencia encargada de estudiar los aspectos relacionados con la psiquis del individuo ha tomado en cuenta todo lo vinculado a este tema tan importante por su gran amplitud,  realizando  su aporte para mejorar la calidad de vida pues lo ideal es estar a la vanguardia en cuanto a la visualización del ser humano en forma holística y en aras de un estudio continuo, en el tiempo con la intención de evolucionar hacia un estado ideal de salud física y mental.

     Para tener un mayor conocimiento del tema se ha hecho una clasificación del sueño en forma muy puntual dividiéndola en Disomnias caracterizadas por trastornos de la cantidad calidad y horario del sueño y la Parasomnias que se caracterizan por conductas anormales asociadas al sueño y en casos a los momentos de transición sueño vigilia.


Las disomnias pueden definirse como trastornos primarios del inicio o mantenimiento del sueño o de excesiva somnolencia. Se caracterizan por alterar significativamente la cantidad, calidad u horario del sueño. A continuación se exponen algunas de las más habituales.
Insomnio

  •  dificultad para conciliar el sueño al acostarse (insomnio inicial, el más común de los tres)
  • despertarse frecuente durante la noche (insomnio intermedio)
  • despertarse muy temprano por la mañana, antes de lo planeado (insomnio terminal)

 Insomnio: Aunque el insomnio únicamente suele concebirse como la dificultad para iniciar el sueño, lo cierto es que la dificultad para dormir puede tomar varias formas:



Hipersomnia



Hipersomnia: Se trata de un trastorno del sueño que consiste en una excesiva cantidad de sueño con incremento de la somnolencia diurna. El sueño puede prolongarse más de ocho horas llegando hasta 12 con dificultad para levantarse.









Narcolepsia: La Narcolepsia es un trastorno que se caracteriza por la presencia de cuatro síntomas:


  •    Somnolencia diurnal: Se acompaña de ataques repentinos de sueño. Estos episodios pueden durar en torno a 15 o 20 minutos, aunque pueden llegar hasta una hora.
  • Cataplexia: Se trata de una pérdida de tono muscular, ocurre en el 70% de los individuos con narcolepsia y puede manifestarse con síntomas como pesadez de los parpados o de los brazos. En algunos casos la pérdida de tono muscular es total y se produce el desplome del cuerpo. El fenómeno suele durar poco tiempo y el sujeto se mantiene consciente. La cataplexia suele producirse por estímulos emocionales potentes.
  • Alucinaciones: Entre el 20 y 40% de los individuos con narcolepsia sufren también alucinaciones en forma de imágenes intensas de ensoñación antes de dormirse o también justo al despertarse, pudiendo ser también auditivas o cinestésicas.
  • Parálisis del sueño: Lo pueden padecer entre el 30 y el 50% de los individuos con el trastorno. La parálisis del sueño consiste en un periodo de inhabilidad para realizar movimientos voluntarios al inicio del sueño o al despertarse ya sea durante la noche o la mañana.


Trastornos relacionados con la respiración


El Síndrome de apnea del sueño infantil se caracteriza por la presencia de episodios de obstrucción parcial o total de la vía aérea superior que aparecen durante el sueño. Ello produce despertares frecuentes, rompiendo el ciclo del sueño y provocando somnolencia diurna.
Se han descrito tres tipos diferenciados:

  • Obstructiva: Ausencia de la señal respiratoria en presencia de esfuerzo respiratorio. (movimientos toracoabdominales).
  • Central: Ausencia de señal respiratoria y ausencia de esfuerzo respiratorio (no se detectan movimientos toracoabdominales).
  • Mixta: Apnea que habitualmente comienza como central y termina con un componente obstructivo.

Trastornos del ciclo circadiano


Aquí se incluyen los trastornos del sueño debidos a una mala sincronización entre el horario de sueño deseado (el establecido conforme a la normativa social) y el real. Se trata de un desajuste por el que la persona no puede dormir cuando lo desea. El resultado es que se producen episodios de sueño en horas inadecuadas y somnolencia durante los momentos de actividad diurna. Una causa bien conocida de las alteraciones del ciclo circadiano es el conocido Jet Lag o cambio de horario que sufren las personas cuando efectúan un viaje a un país con distinto horario al de origen.


Se denominan parasomnias a aquellos trastornos del sueño caracterizados por acontecimientos o conductas anormales asociadas al sueño, a sus fases específicas o a los momentos de transición sueño-vigilia.
Por regla general, no son excesivamente graves en la infancia.

Las parasomnias más habituales son:

Pesadillas

Terror nocturno


Terrores nocturnos: es un trastorno de sueño, se caracteriza por producir un terror extremo y un estado de inhabilidad para recuperar la consciencia completamente, la persona no tiene control de sus movimientos. Se produce sobre todo en niños pequeños durante las primeras horas de sueño





Sonambulismo

El Sonambulismo: La característica esencial del sonambulismo es la existencia de   episodios en los que el niño se incorpora de forma brusca de la cama e incluso puede levantarse y comenzar a deambular. Los ojos se mantienen abiertos y la mirada fija. El niño puede pronunciar una o algunas palabras normalmente sin coherencia. También puede llevar a cabo conductas más complejas como andar por la habitación o estancia, abrir o cerrar puertas , ventanas y otras, menos frecuentes, como lavarse o comer. Todo ello sucede con total indiferencia hacia las personas u objetos que puedan estar en su entorno inmediato. Estos episodios suelen durar unos minutos y tienen lugar en el primer tercio de la noche (sueño de ondas lentas) y a menos que se le despierte mientras sucede, no recordará nada al día 
siguiente.

Bruxismo


Bruxismo: Se trata del “chirriar de dientes” que se produce por la contracción excesiva de los maxilares produciendo un ruido característico y, a veces, molesto aunque raramente despierta al niño. En los casos más severos puede producir el desgaste en dientes y encías. A pesar de que puede aparecer a cualquier edad es fenómeno particularmente frecuente en la infancia. Se cree que entre el 3 y el 12% de los niños de edades comprendidas entre los 3 y 7 años podrían sufrirlo.




Somniloquia


Somniloquia: Es un fenómeno inocuo, que suele llamar mucho la atención de los padres y que, en ocasiones, produce preocupación. Consiste en episodios de hablar durante el sueño. Se trata normalmente de la emisión de palabras ininteligibles o conjunto de ellas formando frases cortas. Pueden acompañarse de risas, gritos o llantos. No suelen despertar al niño pero pueden resultar molesto para otros. Estas manifestaciones son muy frecuentes en la población infantil. Alrededor del 50% de la población de niños de 3 a 10 años presenta somniloquios al menos una vez al año.



Jactatio capitis nocturne

Jactatio capitis nocturne: Este trastorno consiste en efectuar golpes rítmicos de la cabeza contra la almohada o movimientos de balanceo de todo el cuerpo al intentar conciliar el sueño. Pueden también aparecer sonidos guturales. Estos episodios generalmente se consideran inofensivos y no dejan secuelas. No obstante hay que tener la suficiente precaución para que en la cama del niño no haya superficies duras sobre las que el niño pueda golpearse. Suele comenzar a los 9 meses y no suele persiste más allá de los 4 años. Suele remitir progresiva y espontáneamente. 

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