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miércoles, 5 de marzo de 2014

¿Soy un zombie?


Existen muchos tipos de trastornos mentales, sin embargo puedo decir en mi humilde opinión que este es uno de los más extraños que he investigado, realmente no puedo imaginarme lo que sienten las pobres personas que lo sufran,  para explicarme mejor les planteare una situación. Imaginen un día despertar, ir al baño y verse en el espejo y que aquella imagen que vean en su reflejo sea una versión mórbida, putrefacta y descompuesta de ustedes mismos, que al ver bajar la mirada hasta sus brazos vean como su piel está podrida y suelte un fétido olor que solo su nariz puede percibir, terrorífico ¿verdad? Pues esto es lo que tienen que vivir dia tras día, los que padecen del síndrome de cotard. Este síndrome tambien es llamado delirio de negación, es una enfermedad mental relaciones con la Hipocondría (Enfermedad que hace que el que la padezca crea que sufre de una enfermedad grave)… El que lamentablemente se vea afectado por dicho padecimiento, cree y afirma que ya no tiene vida, que actualmente es un muerto en vida, el cual se está pudriendo desde adentro, que su piel pútrida se está cayendo poco a poco, aunque en algunos pasos los pacientes creen que son incapaces de padecer.

Adopta este nombre gracias a Jules Cotard, neurólogo francés, el cual reveló este síndrome, en una conferencia parisina hace más de un siglo.  El primer caso que  describió el neurólogo, fue el de una paciente, a la cual denomino “Señorita X” la cual negaba la existencia de dioses y demonios, así como también negaba la presencia de varias partes de su cuerpo, afirmaba que no tenía la necesidad de consumir alimentos, ella creía estar condenada por la eternidad, por lo tanto no podría sufrir una muerte normal.  A demás de este caso, ha habido un aproximado de cuatro casos más que se conozca hasta los momentos en el mundo. Este padecimiento causa que los trastornados crean fervientemente que su organismo está completamente dañado y por lo tanto no cumple con sus funciones naturales, cree que carece de latidos de su corazón, que no tiene cerebro con el cual pensar y que se está pudriendo, corrompiéndose lentamente, hundiéndose en una purulenta alucinación de su lenta descomposición, llegando incluso a pensar que hay gusanos comiéndose su carne muerta.

La complejidad de este trastorno es impresionante, el paciente muchas veces, además de creer su propia muerte, cree la muerte de muchos allegados suyos. Si se atan cabos se puede descifrar que el trastornado, a creer que es un alma en pena, deduce que ya no puede morir otra vez, por lo tanto tiene una extraña fe en su propia “Inmortalidad”.


Lo que puedo decir de esta enfermedad psicótica y delirante, es que se ha comprobado que puede ser causado al sufrir daños cerebrales, o también al sufrir una enfermedad neurológica asociada en especial con la depresión extrema. Es realmente espantoso él solo imaginarse que las creencias del paciente es que es y será nada más y nada menos que una especie zombie, el cual está destinado a pudrirse y vivir así por el resto de sus días, que según su mentalidad, son eternos. Muchas enfermedades pueden curarse con medicinas al igual que hay algunas en las cuales el tratamiento no es tan simple, este es uno de esos casos ya que aunque exista la atención de un especialista  en psicología o psiquiatría que brindara ayuda terapéutica para hacer que el paciente supere el trauma o al menos lo haga más llevadero, no siempre los resultados son efectivos.

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