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martes, 22 de abril de 2014

¡Soy el nuevo mesias!



¿Te imaginas que una persona que conoces de toda la vida después de un viaje se crea un profeta? ¿Que crea eso tan fuertemente, que en verdad piense que el mismísimo dios le ha encomendado la tarea de guiar a los cristianos mientras promulgan las santas escrituras exonerando a los pecadores… E incluso, que llegue a creerse el nuevo mesías? Pues es algo que ha pasado y seguramente seguirá pasando a esto se le llama “Síndrome de Jerusalén” el cual como podrán captar, aparece cuando las personas visitan Jerusalén o cualquier lugar de importancia religiosa.

Este síndrome es más común de lo que se piensa, suele pasarle a los extranjeros que viajan a tierras santas, los cuales, sin explicación alguna generan otra personalidad, de la cual no tendrán recuerdos cuando salgan de este extraño trance. Se dice que es debido a la sobrecarga espiritual, religiosa e ideológica (entre otras cosas) de este lugar, lo cual hace que estas personas pierdan su cordura y empiecen a predicar “Los mensajes de dios”. Los principales síntomas de este extraño síndrome aparecen al día siguiente de su llegada a dichas tierras, comenzando por un nerviosismo intenso combinado por una ansiedad inexplicable. El siguiente comportamiento extraño es el aislamiento de las demás personas y los rituales de purificación que hacen para ser dignos de portar las túnicas blancas que luego querrán usar para identificarse con alguna figura bíblica. A los días algunos pacientes responden de forma lógica y vuelven a la realidad sintiéndose realmente avergonzados por los actos que han cometido durante el periodo de aquel síndrome.


A estas alturas no es extraño toparse con alguien de amable sonrisa y barbas largas el cual asegura ser el salvador del mundo, es tan extremadamente común que incluso los hoteles tienen sus propios especialistas para dichos casos y los que no los tienen saben perfectamente a quien llamar, aunque por suerte, no se han reportado muchos casos en los cuales estas personas representen una amenaza para la sociedad, sus comportamientos son relativamente pacíficos. Para culminar, he de imaginar que se preguntan ¿Cómo se cura a una persona que dice ser el mesías?  Pues como ya he dicho antes se supone que este comportamiento mermara o desaparecerá a los días, en casos de no ser así, se le han de administrar tranquilizantes suaves o anti psicóticos  hasta conseguir que la persona descanse (Ya que usualmente dejan de dormir, bañarse y comer solo para poder rezar y purificarse) Y así recupere su estabilidad mental, en otros casos, un buen tiempo lejos de Jerusalen hará que este síndrome desaparezca.

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