¿Te imaginas que una persona que conoces de toda la vida después de un
viaje se crea un profeta? ¿Que crea eso tan fuertemente, que en verdad piense
que el mismísimo dios le ha encomendado la tarea de guiar a los cristianos
mientras promulgan las santas escrituras exonerando a los pecadores… E incluso,
que llegue a creerse el nuevo mesías? Pues es algo que ha pasado y seguramente seguirá
pasando a esto se le llama “Síndrome de Jerusalén” el cual como podrán captar,
aparece cuando las personas visitan Jerusalén o cualquier lugar de importancia
religiosa.
Este síndrome es más
común de lo que se piensa, suele pasarle a los extranjeros que viajan a tierras
santas, los cuales, sin explicación alguna generan otra personalidad, de la
cual no tendrán recuerdos cuando salgan de este extraño trance. Se dice que es
debido a la sobrecarga espiritual, religiosa e ideológica (entre otras cosas) de
este lugar, lo cual hace que estas personas pierdan su cordura y empiecen a
predicar “Los mensajes de dios”. Los principales síntomas de este extraño síndrome
aparecen al día siguiente de su llegada a dichas tierras, comenzando por un
nerviosismo intenso combinado por una ansiedad inexplicable. El siguiente
comportamiento extraño es el aislamiento de las demás personas y los rituales
de purificación que hacen para ser dignos de portar las túnicas blancas que
luego querrán usar para identificarse con alguna figura bíblica. A los días algunos
pacientes responden de forma lógica y vuelven a la realidad sintiéndose realmente
avergonzados por los actos que han cometido durante el periodo de aquel síndrome.
A estas alturas no
es extraño toparse con alguien de amable sonrisa y barbas largas el cual
asegura ser el salvador del mundo, es tan extremadamente común que incluso los
hoteles tienen sus propios especialistas para dichos casos y los que no los
tienen saben perfectamente a quien llamar, aunque por suerte, no se han
reportado muchos casos en los cuales estas personas representen una amenaza
para la sociedad, sus comportamientos son relativamente pacíficos. Para
culminar, he de imaginar que se preguntan ¿Cómo se cura a una persona que dice
ser el mesías? Pues como ya he dicho
antes se supone que este comportamiento mermara o desaparecerá a los días, en
casos de no ser así, se le han de administrar tranquilizantes suaves o anti
psicóticos hasta conseguir que la
persona descanse (Ya que usualmente dejan de dormir, bañarse y comer solo para
poder rezar y purificarse) Y así recupere su estabilidad mental, en otros
casos, un buen tiempo lejos de Jerusalen hará que este síndrome desaparezca.
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