Ya en temas anteriores
les he hablado sobre las parafilias, si soy por completo sincera, me impresiona
de sobre manera los extraños misterios de la mente humana. Sobra decir que de
gustos no hay nada escrito, pero muchas veces hay cosas que superan la imaginación
y como ya sabrán, vengo a hablarle sobre uno de estos casos. La acrotomofilia
viene del griego “Akron” (extremidad)
+ “Tomo” (corte) “Philia”
(amor) se define como un deseo sexual único e
irresistible por las personas que tengan uno o más miembros amputados, en pocas
palabras se puede decir que los acrotomofilicos, encuentran morbosamente
atractivos físicamente a las personas a las cuales les falte algún miembro de
su cuerpo, como las piernas, los brazos, los dedos, etc. Aunque este término no
es utilizado entre ellos, digamos que prefieren llamarse a sí mismos “Devotos”
Han habido encuestas
que revelan que lo que en realidad le atrae a estas personas no es el hecho de
que estén amputadas sino mas bien los muñones que quedar luego de una amputación
o al menos a la gran mayoría, también se demostro que en una opinión generalizada
les resulta más atractivas las amputaciones en las piernas que la de los
brazos. Existen páginas pornográficas, especiales
para los que padecen dicho trastorno, con imágenes digitalizadas, que
usualmente son producida modificadas para representar una amputación atrayente
para los acrotomofilicos, este proceso es denominado como “cirugía electrónica”
en las comunidades fetichistas cibernéticas.
Esta parafilia enlaza
un poco con otros trastornos, con los cuales no debe ser confundido, como por
ejemplo la “opotemnofilia” Que también es conocida como desorden de la
identidad de la integridad corporal, en la cual al contrario de sentir deseos
por personas emputadas, este desea ser emputado, al igual que con la “abasiofilia”
que es la atracción por personas con
reducida movilidad o discapacitadas. Este trastorno podría considerarse un
fetiche, ya que trata de una preferencia especifica de una persona, en
definitiva la mente humana puede llegar a ser muy retorcida ¿Quién se podría imaginar
algo así? Es decir, tomando en cuenta que las parafilias y los trastornos no
son espontaneas, uno jamás podrá saber lo que nos depara nuestro propio
cerebro.